Escucha
Los latidos de tu corazón, tu ruido interno, el sonido del mar...
Escucha sin juzgar, de manera activa y asertiva.
Escucha el aleteo de la alondra, el sonar de las chicharras en las tardes de verano. Escucha atento, sonriente, alerta.
Escucha las campanas, el croar de las ranas, el tintineo de la lluvia tras el cristal...
Para y escucha tu propio caminar, el sonido de los planetas, el devenir de las cosas...
Escucha y recapacita.
Escucha y descubre las notas del mundo, la escala la pones TÚ.
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