Nuestra actitud ante lo efímero de la vida en la cultura occidental es totalmente equivocada, eso nos hace infelices. Atesoramos y establecemos lazos con lo terrenal como si fuésemos a quedarnos aquí para siempre. Sin la consciencia de lo pasajero y de los cambios que inesperadamente pueden alterar o modificar nuestra organizada vida, nos perdemos muchos buenos momentos, sentimientos y experiencias que ya no tendremos oportunidad de repetir.
¡Tengamos menos y sintamos más!
Viajemos más livianos...
Acumulamos tensiones, objetos, rencores, grasa abdominal, malos pensamientos, azúcar, autodestrucción, colesterol, negatividad, tensiones, ácido úrico, ira...
Suelta lastre y apegos, desata corsés...
Todo lo positivo que envías o deseas a los demás, te es devuelto. Perdona y pide perdón, pues los rencores derivan en enfermedad y malestar. Pregúntate qué no quieres y empieza a trabajar en desprenderte de ello.
En este plano sólo podremos legar buenos recuerdos, dejemos los preciados objetos para Tutankamón.
Built with Mobirise - Details here